El Papa Francisco en la Bula del Jubileo de la Misericordia nos presenta a Jesús como el rostro de la Misericordia, vía que une a Dios y al hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados sin tener en cuenta el límite de nuestro pecado. Para ello, el sábado 16 enero 2016 fuimos convocados los matrimonios cristianos de la Diócesis para ganar el Jubileo peregrinando hacia la Concatedral de Alicante.
El encuentro comenzó con una oración en la parroquia de San Esteban Protomártir en donde D. Miguel Ángel Cerezo, nos inqvitaba a los matrimonios a hacer camino con el rezo del rosario en familia. Al llegar a la Concatedral el Párroco Don Ramón Egío salió a nuestro encuentro, nos regaló la Bula del Jubileo de la Misericordia y nos explicó cómo podíamos ganar el Jubileo al pasar por la puerta Santa. Al entrar realizamos el besapiés del Cristo de la Buena Muerte y nos dirigimos a la capilla del Santísimo, escuchamos la Palabra de Dios, rezamos una oración delante de la Virgen del Remedio, siendo el primer grupo de matrimonios de la Diócesis que ganaba el Jubileo en la Concatedral.
A la vuelta a la parroquia de San Esteban Protomártir el camino se hizo más rápido, imagino que sería las ganas de comer. El párroco Don Jesús Rosillo y su vicario Don Daniel Riquelme estuvieron muy atentos para que pudiéramos disfrutar del día tan espléndido y soleado que Dios nos había regalado. Todos los matrimonios sacamos la comida y tras alimentar a los más pequeños, comenzamos a comer y compartir unos con otros en un ambiente muy familiar.
El tiempo se nos echaba encima y en un momento postres, recogida de sobras, basura, cada mesa y silla a su lugar y en los salones nos enseñaron como primicia el Congreso Familia , Jóvenes y Educación con el lema “Somos presente y futuro”, merece la pena, va a ser un encuentro que va a marcar un antes y después a las familias y jóvenes de nuestra Diócesis. Por último, nos acercamos a visitar a los ancianos de la Residencia Virgen del Remedio, primero compartimos la Eucaristía y después pasamos por el salón a saludarles.
El día comenzó con la sensación de que éramos las familias las que queríamos ganar el Jubileo, pero como afirma el Papa Francisco “La misericordia de Dios es su responsabilidad con nosotros. Él se siente responsable, es decir, desea nuestro bien y quiere vernos felices, colmados de alegría y serenos”. Al final, cuando volvía en el coche con toda mi familia descansando te das cuenta que es Dios quien te quiere, quien te busca y quien te da la felicidad.
