¿Qué os mueve a acercarlo al sacramento?
Esta pregunta tiene su respuesta si nos remontamos al día en que decidimos formar una familia cristiana. El Bautismo es el mayor regalo que como cristianos podemos entregar a nuestros hijos y este sacramento fundamenta y enriquece nuestro proyecto de vida. El sentido de bautizar a nuestros hijos y lo que nos mueve a acercarlo al sacramento viene impulsado por el ‘Sí’ que el 27 de octubre de 2007, bajo el amparo de nuestra madre, nos dimos junto a nuestros familiares y amigos.
Este es el motivo de celebrar esta fiesta del Bautismo con nuestras familias de nuevo, y es una alegría ver cómo las personas que quieres, al contemplar a tu hijo recién bautizado, reflejo del amor de sus padres, te dan la enhorabuena de corazón y te recuerdan aquel día en que uno fue bautizado hace tantos años atrás.
Antes de nacer nuestro primer hijo, Neftalí, teníamos claro que queríamos bautizarlo lo antes posible. Fuimos a ver al párroco Don Ginés y nos dijo que el viernes 26 de junio el Obispo, por entonces, Rafael Palmero bendeciría el nuevo Templo y ese domingo ya se celebrarían bautizos. Fijamos la fecha y por curiosidad comenzamos a contar los días desde que nació hasta su día de bautizo, 40 días. Los mismos días que tardaron José y María en llevar a Jesús al Templo para presentarlo delante de Dios, según lo ordenaba la ley que dio Moisés. Lc 2, 22
Otro hecho muy significativo fue el origen de las aguas con las que fue bautizado, ya que provenían de tres lugares muy especiales: el río Jordán, ya que nos trajimos un par de botellas del lugar donde Juan bautizó a su primo Jesús del viaje que realizamos a Tierra Santa (muy especial para nosotros porque significó la llegada del pequeño Neftalí a nuestras vidas); Lourdes y el mar de Torrevieja (con la que se bendijo el nuevo templo del Sagrado Corazón de Jesús). Como dijo el sacerdote a todos los presentes: ‘si estos niños bautizados hoy con estas aguas no salen buenos, apaga y vámonos.’
Cuando nació nuestro segundo hijo, Manuel, nos hacía ilusión que fuese bautizado a los 40 días como su hermano, como manda la tradición. Casualmente, el domingo que Manuel hacía 40 días más algunas horas de vida, en la parroquia se iban a celebrar bautizos. Por tanto, escogimos el 13 de enero de 2013.
¡No te lo pierdas! Semanas antes del acontecimiento, dando la noticia a familiares y amigos nos dice uno de ellos: ‘fíjate que bueno, lo vais a bautizar el mismo día que se conmemora el Bautismo del Señor. ¡Basta! NO HAY CASUALIDADES. DIOS ESTÁ CON NOSOTROS, y así nos lo muestra día a día. Por ello, elegimos este nombre para nuestro hijo, ¿no crees?
Esta es nuestra experiencia de por qué queremos bautizar a nuestros hijos, es que… aunque no queramos verlo, lo que es de Dios, lo que se hace con Amor, solo engendra Amor.
‘Dad gratis, lo que habéis recibido gratis.’ Mt 10, 8.
Familia González-Marín
Precioso testimonio. Muy cercano. Enhorabuena familia
Preciosas fueron las experiencias (boda y bautizos) y preciosa la manera que habéis tenido de narrárnosla. Me alegro de haber compartido esos momentos con vosotros. Os quiero mucho familia. Gema.